5. La otra cara de las Cortes

Bajo este epígrafe abordó R. Pinilla las negociaciones paralelas llevadas por los estamentos o alguno de sus componentes, al margen de las Cortes y aprovechando su celebración, tanto para consolidar sus posiciones en la asamblea como para obtener determinados privilegios o resolver algunos problemas. Estas transacciones, apuntadas en el proceso y especialmente importantes para el estudio de las relaciones de poder sólo se esbozan, dado que un estudio más profundo requiere completar esta información con la que proporcionan otras fuentes, tanto municipales (actas del Consejo, cartas…) como particulares (órdenes militares, monasterios…). Este manuscrito registra, especialmente, noticias relacionadas con los municipios y  con los asuntos tratados en esta reunión.

Varios son los temas reflejados en relación a las ciudades y villas. La elección de síndicos: el justicia de Burriana se compromete ante su brazo, que rechazó al síndico enviado por esa villa, a que sus jurados designarán uno más idóneo “per nosaltres fon parlat ab l'onrat mossèn Pere Despuig, vostre justícia, lo qual, enteses nostres rahons, dix que de continent ell faria que•l dit N'Andreu se tornaria aquí e que vosaltres elegeriets una persona de bé de la qual nosaltres poriem confiar”. El secreto de algunas negociaciones: Játiva, requerida por su grupo para que otorge poder a su síndico para tratar los fueros y la subvención, se dirige al mismo pidiendo información sobre las negociaciones y ofreciendo, caso necesario, guardar secreto “Et si alguna cosa serà necessari tenir secreta certificats per vosaltres, molt honorables senyors, aquella tendrem en secret.” Solicitud que éste no acepta “ni és cosa expedient, ni útil divulgar o publicar los remeys per bones ordinacions del pacífich stament del regne, ni aquells qui•l desigen o mostren en públich, ans tro ací tota vegada ho hem amagat sperant...” al tiempo que los remite a su síndico “e si de res duptats apart pot ésser dat càrrech al dit vostre síndich que us ho intime secretament”.

A veces se reflejan demandas poco procedentes: el brazo real se dirige a Alcira para requerirle que desista de la petición tramitada a D. Martín, en relación a las condiciones solicitadas al rey para la elección del cargo de Justicia “entès havem que aquexa vila ha delliberat de supplicar al molt alt senyor rey per obtenir a certs anys justícia en la dita vila, lo qual sia stranger e elet no per elecció segons fur”. La ciudad de Valencia, y probablemente otros municipios y grupos harían lo mismo, no duda en enviar embajadas al rey, previas a los juramentos, para buscar su apoyo en la defensa de sus privilegios y fueros, presionando con presentar su protesta en caso contrario.

Algunos datos de las fuentes municipales inciden en este mismo aspecto. El Consejo de la capital, en la carta de presentación de sus síndicos al rey, le comunican que éstos están informados de los temas a tratar en las Cortes y de otros asuntos “be e plenerament informats dels afers de les Corts e d’alcuns altres”. La corporación municipal aprovecha su proximidad al monarca para encargarles las cuestiones que les preocupan, como la seguridad de sus fronteras. Su clavería se hace cargo de los gastos ocasionados por las diversas embajadas para resolver asuntos, así como de la gratificación dada a algunos curiales por los trabajos hechos en su seno a favor de la capital.

El acuerdo de los puntos que les ocupan (agravios, donativo, legislación, bandos…) no se verán tampoco libres de cierta reserva, ya que son muchos y diversos los intereses que se enfrentan. El juramento se retrasa porque, el día asignado para el mismo, D. Martín está ocupado en otros negocios que no se especifican. Dada la importancia del acto, no tendría nada de extraño que éstos estuvieran relacionados con las negociaciones que se llevan en torno al mismo: fueros temporales y privilegios.

Ramón Tolsa, escribano de ración, en su nombre responde explícitamente a ciertas propuestas de la asamblea mientras omite expresamente otras, a petición de la misma “Et, ultra les dites coses, lo dit mossèn Ramon, de part del dit senyor rey, respós a altres coses de les quals paria que fos stat lo dit senyor rey supplicat de que no fos feta menció dessús”.

La pacificación del reino requiere también negociaciones dentro y fuera de las Cortes y cierta reserva “suplicats e instats per tota la present Cort e encara per molts singulars del regne de cascú dels braços, axí en Cort com fora Cort, que deguessem provehir en lo bon e pacífich stament d'aquest regne e specialment en les bandositats que són en aquell”. D. Martín se muestra dispuesto, incluso, a oír en secreto las propuestas de los brazos eclesiástico y real “e offert que era aparellat de hoir apart e en secret los dits dos braços”.